El Sol de San Juan del Río
1 de noviembre de 2009
Armando Velazco
En medio del dolor y la tristeza, los padres de María Fernanda; maestros y compañeros estudiantes de la Escuela Preparatoria "Salvador Allende", de la Universidad Autónoma de Querétaro, le dieron el último adiós en el panteón municipal número dos. Las lágrimas brotaron por la impotencia y el sentimiento de perder un ser querido y amiga, respectivamente.
Fue en la parroquia San José Obrero donde se ofició la misa de cuerpo presente, recinto sagrado en donde los doloridos padres y quienes fueron sus compañeros de estudios y amigos, oraron por el eterno descanso del alma de la menor María Fernanda Loranca Aguilar, adolescente que a sus escasos 17 años, en plena flor de la vida, ésta le fue arrancada por sujetos sin escrúpulos.
El cuerpo de María Fernanda Loranca fue hallado sin vida y con huellas de violencia, la tarde del miércoles, junto al campo de beisbol de Solares Banthí. La estudiante habría desaparecido 24 horas antes y de inmediato, sus compañeros y familiares se dieron a la tarea de buscarla y reportarla desde temprana hora, para posteriormente confirmar sus sospechas, Fernanda había dejado de existir.
Los especialistas de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, confirmaron horas después del hallazgo, que la causa de la muerte de María Fernanda fue asfixia por estrangulamiento tras el proceso iniciado por presión en las vías respiratorias, lo que desencadena en su deceso.
Las investigaciones continúan y los padres de familia, docentes y amigos exigen el esclarecimiento de este crimen.
Durante la despedida a María Fernanda, que fue sepultada el sábado, el padre de la víctima de la delincuencia, sacando fuerzas de flaqueza, se dirigió con palabras entrecortadas a los estudiantes, maestros y sociedad entera, agradeciendo todo el apoyo moral brindado por tan irreparable pérdida, hecho que fue presenciado en el cementerio poco antes de que el ataúd fuera descendido a donde los restos reposarán por siempre.
En los rostros de estudiantes se denotaba dolor, impotencia y tristeza por los reprobables sucesos acontecidos después de las siete de la noche del martes a manos de sujetos que no tuvieron piedad de ella. El estudiantado exige el pronto esclarecimiento de este asesinato y con ello el castigo ejemplar para quienes resulten responsables.
El cielo nublado dio mayor toque de tristeza en la despedida a la adolescente en el cementerio, sitio al que acudieron personas de todos los estratos sociales a dar el último adiós y a orar por el eterno descanso del alma de María Fernanda. Descanse en Paz. |