El Dragón de Mondragón 

Por: Carlos Mondragón Barrón 

“NIÑOS, HACIENDO NIÑOS” SEGUNDA PARTE

Estimado lector, si Usted me lo permite le combatiré un comentario que me pareció muy interesante de Gerardo (el famoso flaco, mi primer amigo de la infancia) quien en las redes sociales se hace llamar Sirius Gómez quien por cierto le gusta escribir, haciéndolo de manera magistral el cual dejo de colaborar con Pablo Alemán de Estrategia Informativa con su columna Siriusdiando sin precisar, tocando temas muy interesantes sobre seres de otras galaxias, nuestra llegada a este mundo y nuestra existencia en donde su manejo de la posibilidad de venir de otro mundo se abre día a día y en donde la iglesia católica pierde credibilidad por los actos de abuso, pederastia y enriquecimiento de sus representantes en todos los niveles, pero como decía mi abuelita: “hijito eres un hereje, ¡No te metas con Dios! porque arderas en el infierno” y por si las dudas ya le pedí a mi familia que cuando yo muera, me hagan el favor de ponerme un extinguidor en mi cajita por si llego a esos lugares de castigo y al menos, tenga una herramienta que enfrié mi pedacito ¿no cree usted amigo mío? Pero regresando al tema, le comentaba amigo que Sirius Gómez nos regala en la columna de “Niños, Haciendo Niños” este muy interesante comentario que transcribo a la letra: “Yo fui testigo de una de las mejores épocas de la vida que hicimos todos y esa fue la del ¡romanticismo!; El amor era un sentimiento no fornicación disfrazada, los chicos sabían  respetar a la novia, la novia se daba a respetar, de llegar ese ENCUENTRO MÁGICO era tocar el cielo, eran besos, ternura y amor, no morder arañar y explotar cada inciso de las 50 sombras de Dorian Gray ni el kamasutra, dejaron al olvido los ¡ROMEOS Y JULIETAS!; Era cerrar los ojos, comunicarnos alma con alma, caminar de la mano sin rumbo fijo, resguardarnos bajo la luz de un farol testigo junto al portón; Hoy los tiempos han cambiado la primera cita el chico queda en duda su hombría si no EJECUTA rápido, se negocian encuentros después de válvulas de escape en antro y alcohol; Hoy hay prisa por desnudar y ultrajar, prisa por saciar y poco tiempo para amar, para conquistar, para enamorarse, para soñar, para sentir que la vida es una... ¡tú y tu pareja! Hoy el amor es como un terrón de azúcar que se diluye rápidamente en una taza de café caliente; La gran música del bolero y romanticismo estaba concluyendo los panchos, los dandys, los tres caballeros etc; pero llegaba José José, Emmanuel, Roberto Carlos, Camilo Sesto, Raphael, Rocío Dúrcal y un largo etc; que en las estaciones de la radio impulsaban ese sentimiento vivo el locutor con poemas y reflexiones de AMOR hoy la música es ruidosa, las canciones son confusas hablan de dinero mujeres placeres todo es tan efímero los locutores son vulgares nadie habla del AMOR pareciera que ese sentimiento esta en ¡EXTINCIÓN!; Yo supe lo que fue alcanzar las estrellas por ese sentimiento puro cuando se vive, cuando se siente, cuando se ama ¡con el corazón y con el alma!”… ¿Cómo le quedo el ojo amigo lector? ¡Seguramente cuadrado! Tanto usted como yo sabemos que Sirius Gómez habla con la verdad, haciéndonos remontar a una época que vivimos y que no regresaremos porque gracias a la tecnología que nos acorta distancias, pero nos aleja de nuestras familias haciéndonos autómatas o robots de los celulares (encarcelados para siempre) ya no platicamos con nuestra familia, perdimos contacto con nuestro entorno y nos metimos de lleno a eso que llamamos “Redes Sociales” en donde encontramos “amigos” ¿Según? Quienes tienen características, necesidades, gustos y hasta problemas como los nuestros… Es aquí en donde vendrían varias preguntas ¿La tecnología nos benefició o perjudico; Es bueno enseñar desde muy pequeños a nuestros hijos a manejar celulares, tabletas y demás avances tecnológicos a corta edad; Tener la posibilidad de manejar redes sociales y pasarnos horas en ellas es bueno o malo? Esta y muchas preguntas más, seguramente salen de nuestras mentes en este momento y solo el tiempo le dará razón a quien lo merezca, ESPERANDO QUE LAS MAQUINAS NO DEVOREN LOS CEREBROS DE NUESTRA SOCIEDAD acaso mi abuelita tuvo una visión revolucionaria cuando me decía: “Algún día hijito la tecnología rebasará al hombre creando artefactos del demonio, que se comerán lo que hay en tu tatema y cuando te mueras los gusanos encontraran una cabeza vacía sin un centímetro de cerebro”… Así que tenemos que pensar muy bien que si se conjuga la tecnología con el vacío de nuestros menores adolecentes con la falta de comunicación en el entorno familiar, seguramente tendremos más “Niños, Haciendo Niños” como dice esta columna… ¿No cree Usted amigo lector?...